Arquitectura 002/ Plasticidad del formalismo conceptual en arquitectura

Síntesis / Se ha inaugurado la Casa de la Música de Oporto. Uno de los edificios más sugerentes salidos de la mente del inquieto Rem Koolhaas, el arquitecto holandés que ha dictado las nuevas pautas para la vanguardia de la arquitectura contemporánea. El facetado volumen de hormigón que lidera la silueta de Oporto, la segunda ciudad más importante de Portugal (Portus Cale), y uno de los tantos puertos industriales de la península ibérica se ha transformado en un hito como el Guggenheim de Bilbao, España. Ésta resonante caja musical lusitana, alegra y renueva el espíritu de los portugueses. Pero pocos saben, sin embargo, que la génesis del proyecto proviene originalmente de otro de menor escala…la casa Y2K, proyectada para un cliente coterráneo de Rem, que nunca salió del tablero de dibujo. Esta singular historia nos mueve a reflexionar sobre la flexibilidad conceptual que anima hoy a la arquitectura.


>La transformación del doméstico Y2K en edificio musical, es un claro ejemplo de pragmatismo, donde la función sigue a la forma.

Fig.2 / La fotografía y planta superior muestran el concepto de extracción volumétrica para la casa Y2K. La fotografía y planta inferiores muestran el mismo proceso para el proyecto de la Casa de la Música de Oporto.

El propio Rem explica que de vuelta de un viaje por Nigeria, el proyecto de casa, Y2K (llamada así por la obsesión del cliente por los fallos de los computadores el 2000), que llevaban ya unos años tomando y retomando, debido a las continuas adquisiciones por parte del cliente, de los predios contiguos, con el afán de asegurarse un vista libre de 1 kilómetro, se hallaba detenido. Ya habían transcurrido varios meses sobre el "tablero de dibujo" sin nuevas instrucciones, y era claro que, definitivamente, no se concretaría. Justo en ese momento, llega la invitación a concurso para la Casa de la Música, desde Portugal, con un plazo casi imposible para las propuestas de no más de 3 semanas. Según cuenta, después de no mucho pensarlo, decide que Y2k se convertirá en la Casa de la Música, dejando, incluso, perplejos a sus propios colaboradores, quienes, repuestos de la primera impresión, y refrescados con el habitual dinamismo pragmático de Koolhaas, acometen los debidos ajustes, seguidamente de la adecuada multiplicación del factor de escala, claro está, dándole el preciso impulso al nuevo proyecto.

Bueno, luego presentó...y ganó. Se comenzó su construcción el 2004 y se inauguró el 2005. Hoy funciona espléndidamente.

Rem Koolhaas ya había demostrado, si no el oportunismo, sí, el sentido de audacia para romper ciertas reglas...pero quién conoce las reglas sabe como romperlas positivamente, dicen. Pero de todas maneras es válido detenerse a pensar, si a caso es válida esta plasticidad del formalismo conceptual. ¿Hasta donde se puede estirar el concepto sin afectar la finalidad de la forma y especular con la función?...

A mi modo de ver, este caso es una oportunidad que se presenta ligada a una coincidencia. Pues las posibilidades de transformar los fundamentos de Y2K en cualquier otro proyecto, tenía sus límites. El hecho de que la casa tuviera a instancias del cliente un espacio familiar protagónico, central, y luego proyectado y enriquecido por Koolhaas conceptualmente como un túnel escénico fugado a las vistas panorámicas, hacía que la casa, fuera en su fundamento, o, si se puede decir, genéticamente, un escenario doméstico. De ahí su potencia para la eclosión de un teatro a mayor escala.

No es nuevo este fenómeno. Los grandes estudios de arquitectura, suelen reciclar sus proyectos fallidos o exitosos en otros, reutilizando aquellos conceptos interesantes que se hayan originado en estos. Ya lo han hecho Norman Foster, H & de M, Frank Gehry y Santiago Calatrava entre otros, aunque la diferencia con el caso de Koolhaas, es que parece ser el primero en que su reutilización es absolutamente intencionada, literal y públicamente admitida. Unos dirán que es prueba del cinismo material y oportunista de estos tiempos, una especulación. Y otros, que es una re-lectura genial, posible sólo en esos raros instantes en que el apremio de los plazos cataliza los caóticos estados mentales, conduciendo el fragor de los pensamientos hacia respuestas desesperadas, pero con resultados notables…

Me quedo con esta última idea. No hay nada más pro-creatividad que aquel exiguo fragmento de tiempo entre la indecisión y la ineludible respuesta.

Anexo

Para un análisis interesante, ir a artículo de The New York Times traducido por El Clarín. (Si el link hubiera caducado, solicite el texto a mi e-mail)

Otros Links

Oficina de Arquitectura de Rem Koolhaas
Casa de la Música de Oporto